Jesús de Nazaret: la vida pública y su mensaje
Jesús de Nazaret: la vida pública y su mensaje








La vida
pública de Jesús de Nazaret tuvo un elemento común revelado en los evangelios,
tanto los canónicos como los apócrifos: su mensaje era transmitido en pequeños
pueblos, lejos de las ciudades importantes, hasta que llegó a Jerusalén y, en
un corto período, fue encarcelado y ejecutado.
El contexto
en el que surge la figura de Jesús se enmarca bajo la dominación romana sobre
Israel. El emperador tenía sus prefectos expandidos por el mundo, éstos debían
recaudar impuestos para financiar el crecimiento de Roma.
En la
Palestina de dominación romana, las familias más pobres debían trabajar y
entregar buena parte de su sacrificio en concepto de impuestos. Era natural que
el pueblo confiara en el surgimiento de líderes que generaran la esperanza de
liberación.
En este
contexto surge Jesús, en una época en donde saduceos, esenios, zelotes, entre
otras, eran sectas judías que, en muchos casos, perseguían fines políticos. Era
habitual que en Jerusalén los romanos realizaran ejecuciones públicas para
“aleccionar” a los rebeldes.
Tras su
bautismo en el Jordán, Jesús inicia un itinerario de vida pública; deja atrás
su pequeña aldea, Nazaret, y se radica en Cafarnaún, un poblado de pescadores
junto al mar de Galilea. Esto queda reflejado en los evangelios y en los
testimonios de los primeros cristianos.
Jesús pudo
ser un discípulo de Juan el Bautista, un predicador que se radicó en el
desierto, inspirado por el ascetismo de los esenios. La Iglesia lo menciona
como primo, pero los historiadores consideran esa relación como una recreación
posterior.
En el libro
Jesús, aproximación histórica, el autor dedica varias páginas a explicar las
curaciones milagrosas.
La medicina
de Hipócrates sólo había llegado a las ciudades, pero aún estaba lejos de las
áreas rurales y pueblos en los cualed se desenvolvía Jesús con sus parábolas y
mensajes.
En la época
habían personajes reconocidos, como Apolonio de Triana, de quien se conserva su
biografía y a quien se le atribuyen capacidades especiales.
El autor del
libro destaca que en esa época la buena salud era considerada una bendición, y
la mala salud, una maldición.
Algunas
enfermedades citadas como posesiones diabólicas podían tener relación con tipos
de epilepsia y esquizofrenia. Los leprosos de la Biblia podían padecer tipos de
psoriasis, incluso acné, impurezas que eran vistas como maldiciones.
Jesús se
expresaba en parábolas, una manera de llegar a aquellos desposeídos, campesinos
analfabetos que se acercaban a escucharlo. Su mensaje movilizador promovía la
esperanza, la expectativa de un porvenir liberador; a estas reacciones podían
atribuirse algunas de las mejoras, según relata el libro.
Hay
coincidencia en que Jesús no fue un hombre ilustrado; hablaba el arameo, la
lengua nativa de la región, y en que posiblemente tuviera algún conocimiento
básico del griego, puesto que algunos de sus discípulos lo hablaban.
La principal
diferencia del mensaje de Jesús con algunos de sus contemporáneos era la
esperanza de salvación de aquellos que nada tenían. Otros movimientos, como por
ejemplo el de los zelotes, promovían un levantamiento civil armado contra la
autoridad romana. Hay teorías que sostienen que los zelotes vieron en Jesús un
posible líder, pero su mensaje resultó totalmente contrario a la visión de esta
facción.
El padre
Pagola sostiene en su libro que Jesús no pensó en la fundación de una religión
o Iglesia, sino en un mensaje de paz y unión entre los hombres. La organización
con jerarquía fue muy posterior, y los discípulos sólo se limitaron a promover
el mensaje de Jesús tras su ejecución en Jerusalén.
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